Lo que me enseñó la Ciudad de Los Caballeros

Estoy de regreso a mi querida/odiada ciudad natal, y durante el día de hoy he reflexionado acerca del aprendizaje que me dejó esta temporada de asueto carnestolendo.
A continuación, algunos hechos sobre mi experiencia andina (más de uno cambió mi vida):

• Es posible decir "hijodelagranputa" 30 veces por minuto, en cualquier situación y/o circunstancia
• Todo el mundo, y cuando digo todo es TODO, de Barinas para allá es capaz de oir vallenatos a cualquier hora del día y a volúmenes insospechados sin sentir misericordia por los centrales que allí puedan encontrarse
• Se desprende del ítem anterior, si vuelvo a escuchar el estridente chillido de "aaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyy, qué bonita es esta vida", procederé a matar a todos los presentes y luego sucidarme tapándome la nariz hasta la asfixia
• El ron es, sin duda alguna, el único remedio contra el frío. Lástima que esto lo corroboré el día 3 y no el día 1
• Me encanta el acento andino, el trato de usted y el cambio de todas las "f" por "j". Sobre todo porque cuando lo imito me sale a la perfección (no importa lo que digan las tachirences resentidas que seguro saldrán por ahí)
• No hay un sitio de Venezuela en donde la gente sea antipática, todos somos tan simpáticos que es posible hacer amigos en media hora :)
• El 99% de los recuerditos que se venden en las localidades del Páramo Mérideño llevan incluida de alguna manera la figura de una vaquita y/o cochinito, mi hermana hubiera sido feliz con las barbaridades inútiles pero "lindas y de decoración" que se venden en esos sitios
• El TroleBus tiene un recorrido lindísimo, pero le caben como 20 personas nada más, así que de aquí a diez años probablemente será más caótico que el metro
• Cuando crees que 6 pasteles, una arepa de trigo, jugo de mora y chocolate caliente ya fue suficiente comida para una tarde, siempre habrá un bizcochuelo que sobró de la Paradura que te haga cambiar de opinión

Y finalmente... lo más importante,

• Siempre y cuando esté con mi sis (a pesar de los baches) cualquier destino será divertido. Lo único que necesito para pasarla bien es buena compañía.