Odio los domingos.
Creo que es desde que vivo lejos de mi familia, quizás desde que no tengo alguien especial para compartirlos, pero de una u otra forma el punto es que los odio.
Me atacan los sentimientos más inesperados los domingos. Son días grises, lentos, tristes.
Es como si el tiempo se detuviera, como si se activaran todas las cosas que me deprimen. Si llueve, la sensasión es casi suicida, un horror.
Afortunadamente, algunos domingos tengo planes divertidos, pero nunca pasa uno sin que al menos por un minuto piense en que es el último día de la semana -o el primero, según algunos calendarios-, en que mañana hay que trabajar y volver a la rutina, en que estoy a 340 km de mi madre, mi padre y mi hermana, o en que hubo tiempos mejores en los que había alguien para no hacer nada, sino hablar, comer o reír.
No hay un porqué para mi odio-o capaz sí, pero no viene al caso- y no se si un día cambiará mi reacción usual ante este nefasto día.
Solo sé que lo mejor que me puede pasar, es oír un "te quiero" o "me importas" justamente en un día domingo.
Creo que es desde que vivo lejos de mi familia, quizás desde que no tengo alguien especial para compartirlos, pero de una u otra forma el punto es que los odio.
Me atacan los sentimientos más inesperados los domingos. Son días grises, lentos, tristes.
Es como si el tiempo se detuviera, como si se activaran todas las cosas que me deprimen. Si llueve, la sensasión es casi suicida, un horror.
Afortunadamente, algunos domingos tengo planes divertidos, pero nunca pasa uno sin que al menos por un minuto piense en que es el último día de la semana -o el primero, según algunos calendarios-, en que mañana hay que trabajar y volver a la rutina, en que estoy a 340 km de mi madre, mi padre y mi hermana, o en que hubo tiempos mejores en los que había alguien para no hacer nada, sino hablar, comer o reír.
No hay un porqué para mi odio-o capaz sí, pero no viene al caso- y no se si un día cambiará mi reacción usual ante este nefasto día.
Solo sé que lo mejor que me puede pasar, es oír un "te quiero" o "me importas" justamente en un día domingo.
3 comentarios:
Ay mi amor.. qué quieres que te diga? esos domingos así tristes lo que uno tiene que hacer es irse a pasear al mar.. agarrar la brisa así con yodo jajaja pero I got you sis.. sé lo que se siente los domingos y aunque el te quiero y me importas son importantes no son lo unico que arreglarian la cosa...
Creo que más que el mismo hecho de decírtelo, lo verdaderamente genial es sentir esos te.quiero.y.me.importas. Ocasionalmente disfruto de los domingos lentos, grises y melancólicos, pero creo que es mucho más rico cuando todo eso se vive con el significant other...
De todas maneras, puedo decir con certeza que de un tiempo a esta parte la sensación que me embarga es la de desahucio. "Mañana es lunes, qué porquería", suele ser mi frase más dicha. La de hoy? "Apenas es lunes, qué porquería"
no se que pasa con los domingos pero tambien los odio, y mucho.
esta genial tu blog perfecta, no he parado de leerlo!
saludos =)
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