Argumentos

Ella: ¿qué es lo que pasa?

Él: eres aburrida
Ella: puede ser, quizás no logro ser divertida cuando me esfuerzo

Él: eres complicada
Ella: tienes toda la razón. Sin embargo no soy ni la mitad de complicada que la mitad de las mujeres que conozco

Él: eres egoísta
Ella: es verdad, yo soy la primera en decirlo siempre, dicen que es una característica de los nacidos bajo el sigo de Capricornio (pregúntale a Casho)

Él: eres superficial
Ella: de hecho prefiero decir que tengo altas expectativas, algunas de las cuales incluyen que la persona que esté conmigo tenga cierta independencia económica. Siendo muy irónica, “para salir en metro, salgo sola y es menos trajín”

Él: eres fea
Ella: no estoy de acuerdo contigo en lo absoluto, pero supongo que cada quién tiene preferencias y eso es válido y respetable. Siendo muy cliché, “nadie es monedita de oro”

Él: sufres de soberbia
Ella: estás descubriendo el agua tibia, eso que dices está más que comprobado con cada una de mis respuestas anteriores

Él: eres tonta
Ella: Acabo de aceptar que contigo no puedo ser divertida, que soy egoísta y soberbia, que tengo muchos problemas, que lo material a veces me importa demasiado, que soy capaz de entender sin tapujos que no te parezco hermosa , y eso es algo que ninguna mujer que conozco podría soportar con aplomo, y sin caer en una crisis nerviosa. Si no entiendes que eso solo lo puede hacer una mujer inteligente, aquí el único estúpido eres tú.

“El único imbécil, pata en el suelo, feo y maloliente eres tú que, en la putrefacta vida que llevas, todavía no has leído ni leerás la mitad de lo que deberías para hacerle contrapeso a tu falta de ingenio y creatividad, mala cama. Al cabo que ni quería salir contigo. Para ir al cine un lunes y en metro, me quedo en mi casa viendo algún documental sobre pingüinos que bajé por Internet. Que tengas buen viaje, hacia la última paila del infierno!”
Eso es lo que hubiera dicho cualquier otra mujer aburrida, complicada, egoísta, superficial, malcriada, fea… pero tonta.