Niños y niñas:
Estos días de asueto patrio me fui a los llanos venezolanos a encontrarme con mi otro yo. Es decir, me fui a hibernar en casa de mi mamá, y sólo comí, bebí, y dormí durante tres días consecutivos.
Lo de hibernar es un decir, porque la acogedora ciudad (?) de Acarigua me recibió con 39°C, lo cual significó una sensación térmica que debe acercarse bastante a lo que sienten los condenados cuando finalmente llegan al portal del Averno.
Lo único entretenido para postear es el viaje de regreso, así que lo haré pronto -seguramente esta noche-.
Fue muy provechoso internarme en las llanuras porque decansé bastante -me estaba haciendo falta-, compré cositas lindas que venden a muy buen precio los árabes que se asentaron por allá, y compartí unos días con mi familia sin interrupciones (hace rato que no estábamos solos los 4, sin tías, primos ni bullicio).
A eso se debe mi ausencia por acá, igual ustedes no me extrañaron porque seguro se fueron al zipote igual que yo. Pero es lindo creer que sí sintieron mi falta y darles excusas para justificarla.
Tengo un montón de blogs por leer (me encanta salir de viaje y volver para encontrar toda mi lista de Bloglines en negritas) y como 2mil notificaciones de Facebook por revisar.
Me voy a hacer eso, y les dejo una cosita divertida por acá para que vean (otro meme).
Extrañé mi teclado -eufemismo para decir que los extrañé a uds. también-
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