Es cierto que en estas latitudes estamos cansados de oir el eterno cuento que nos acredita como el país de las mujeres más bellas, y que todos sabemos que esa historia sólo le sirve de algo a Osmel Sousa y su imperio de mujeres operadas y casi siempre desubicadas.
Pero también es cierto que a todas las que aquí vivimos nos gusta un poquito, muy en el fondo, llevar la insignia que nos acredita como orgullosas ciudadanas del país de las mujeres bellas. Argentina tiene top models, Colombia tiene mujeres elegantísimas haciendo programas de variedades y telenovelas mucho mejores que las nuestras, pero a nosotras nos basta con decir que tenemos record Guiness en ganadoras del Miss Universo, y ya. Asunto cerrado.
Si me preguntan a mi, la clave está en que los genes que se mezclaron en esta orilla del Mar Caribe tuvieron la suerte de la lotería genética. Además, 400 años más tarde se vino la segunda mezcla importante, con todos los emigrantes que llegaron en barco a construirnos el país que queríamos pero que nos había dado flojera empezar.
No estoy diciendo que todo el mundo sea bello por estos lares, nada más alejado de la realidad, bastante gente fea que se ve todos los días. Pero en líneas generales, salir a la calle te garantiza al menos un par de vistazos -cómo mínimo- a un hermoso rostro y/o cuerpo que cruza la avenida.
Capaz estoy pecando de etnocentrista, pero me parece que somos lindos pues.
Yo puedo identificar ciertos gentilicios, "tiene cara de peruano", "de colombiano", "de argentino" (estos últimos por la pinta hippie, el pelo largo, y los rasgos italianos)... pero venezolanos, tengo que oirlos. Somos como neutros, al menos según yo.
Ahora bien, el post de hoy busca ser una especie de descripción desde mis raíces. Hoy quiero contarles cómo es que si retrataran a mis familias en una gran foto, parecería que somos una reunión de las Naciones Unidas. Eso me encanta.
Empezemos por el comienzo. Voy.
Abuela materna: una andina medio rechoncha. De ojos verdes y piel blanca. Con unos senos enormes de mamá lechera, y un carácter jodido hasta la pared de enfrente. No la conocí, pero entiendo que no llegaba al metro con sesenta centímetros.
Abuelo materno: indio tostado. No muy alto tampoco. De ojos medio achinados, y el cabello liso, como buen indio. Ojos oscuros, tristes. Bonachón y parrandero. Mujeriego. Su madre era india caribe (creo) y su padre un negro rajado de cabellos "chicharrón", como diríamos por acá.
Abuela paterna: una negrita de 1,50. Con el culo más grande que una batea, pero plana en el pecho. Me gusta describirla como un bachaquito, hacendoso, del campo. Nunca para de hacer cosas, tiene el cabello oscuro y rizado, ahora pintado de mechones grises. Andina también, pero del llano y no de la montaña.
Abuelo paterno: un galán en sus años mozos. Altísimo, de tez blanca como el pan de leche. El cabello lacio y muy oscuro. Cara de andinito buena gente. Ya no recuerdo su carácter porque no es el mismo desde hace muchos años. Fue un hombre fuerte, del campo también. Todo un He-man, pero no rubio.
Madre: hermosa. De razgos finos, pero negrita. El cabello más negro que puedan imaginar. Muy liso y muy largo casi siempre. Plana de pecho también, pero se lo retribuyeron de la cintura para abajo. A los 20 años era la Bo Derek negra (no es paja). Nunca ha pesado más de 65 kilos, eso me alegra geneticamente.
Padre: de baja estatura, medio indio también. Tiene cabello de cepillo, lacio pero tieso (jejeje). Ojos color miel, pero tristes también.
Tengo tres hermanos. Una blanca de ojos miel como mi padre, y otra trigueña de ojos verdes como su abuela, con una melena castaña que soñarían las cuñas de shampoo. El otro es un nene hermoso, como pan de leche también, de ojos rayados y cabello casi rubio, con cara de andinito. Todos tienen padre o madre diferente a mi. De ahí se explica el complejo de familia Jolie-Pitt que me rodea.
De todo eso salgo yo. Negra (aunque recientes encuentros con nativos europeos me aclararon que soy "mulata"). De pelo "liso" y negro azabache (que suelen confundir con tinte los peluqueros envidiosos). Ojos marrones que con el sol y la felicidad se aclaran un poco. 164 cms., y medidas tipo 70-70-90 (al menos acerté en una de las de las misses :S)
¿Y saben qué? Me encanta mi mestizaje. Me encanta saberme inetiquetable (salvo por los que quieran etiquetarme de sudaca o latina, que estarán en todo su derecho).
¿Quien dice que no podemos ser nacionalistas de vez en cuando?
Pero también es cierto que a todas las que aquí vivimos nos gusta un poquito, muy en el fondo, llevar la insignia que nos acredita como orgullosas ciudadanas del país de las mujeres bellas. Argentina tiene top models, Colombia tiene mujeres elegantísimas haciendo programas de variedades y telenovelas mucho mejores que las nuestras, pero a nosotras nos basta con decir que tenemos record Guiness en ganadoras del Miss Universo, y ya. Asunto cerrado.
Si me preguntan a mi, la clave está en que los genes que se mezclaron en esta orilla del Mar Caribe tuvieron la suerte de la lotería genética. Además, 400 años más tarde se vino la segunda mezcla importante, con todos los emigrantes que llegaron en barco a construirnos el país que queríamos pero que nos había dado flojera empezar.
No estoy diciendo que todo el mundo sea bello por estos lares, nada más alejado de la realidad, bastante gente fea que se ve todos los días. Pero en líneas generales, salir a la calle te garantiza al menos un par de vistazos -cómo mínimo- a un hermoso rostro y/o cuerpo que cruza la avenida.
Capaz estoy pecando de etnocentrista, pero me parece que somos lindos pues.
Yo puedo identificar ciertos gentilicios, "tiene cara de peruano", "de colombiano", "de argentino" (estos últimos por la pinta hippie, el pelo largo, y los rasgos italianos)... pero venezolanos, tengo que oirlos. Somos como neutros, al menos según yo.
Ahora bien, el post de hoy busca ser una especie de descripción desde mis raíces. Hoy quiero contarles cómo es que si retrataran a mis familias en una gran foto, parecería que somos una reunión de las Naciones Unidas. Eso me encanta.
Empezemos por el comienzo. Voy.
Abuela materna: una andina medio rechoncha. De ojos verdes y piel blanca. Con unos senos enormes de mamá lechera, y un carácter jodido hasta la pared de enfrente. No la conocí, pero entiendo que no llegaba al metro con sesenta centímetros.
Abuelo materno: indio tostado. No muy alto tampoco. De ojos medio achinados, y el cabello liso, como buen indio. Ojos oscuros, tristes. Bonachón y parrandero. Mujeriego. Su madre era india caribe (creo) y su padre un negro rajado de cabellos "chicharrón", como diríamos por acá.
Abuela paterna: una negrita de 1,50. Con el culo más grande que una batea, pero plana en el pecho. Me gusta describirla como un bachaquito, hacendoso, del campo. Nunca para de hacer cosas, tiene el cabello oscuro y rizado, ahora pintado de mechones grises. Andina también, pero del llano y no de la montaña.
Abuelo paterno: un galán en sus años mozos. Altísimo, de tez blanca como el pan de leche. El cabello lacio y muy oscuro. Cara de andinito buena gente. Ya no recuerdo su carácter porque no es el mismo desde hace muchos años. Fue un hombre fuerte, del campo también. Todo un He-man, pero no rubio.
Madre: hermosa. De razgos finos, pero negrita. El cabello más negro que puedan imaginar. Muy liso y muy largo casi siempre. Plana de pecho también, pero se lo retribuyeron de la cintura para abajo. A los 20 años era la Bo Derek negra (no es paja). Nunca ha pesado más de 65 kilos, eso me alegra geneticamente.
Padre: de baja estatura, medio indio también. Tiene cabello de cepillo, lacio pero tieso (jejeje). Ojos color miel, pero tristes también.
Tengo tres hermanos. Una blanca de ojos miel como mi padre, y otra trigueña de ojos verdes como su abuela, con una melena castaña que soñarían las cuñas de shampoo. El otro es un nene hermoso, como pan de leche también, de ojos rayados y cabello casi rubio, con cara de andinito. Todos tienen padre o madre diferente a mi. De ahí se explica el complejo de familia Jolie-Pitt que me rodea.
De todo eso salgo yo. Negra (aunque recientes encuentros con nativos europeos me aclararon que soy "mulata"). De pelo "liso" y negro azabache (que suelen confundir con tinte los peluqueros envidiosos). Ojos marrones que con el sol y la felicidad se aclaran un poco. 164 cms., y medidas tipo 70-70-90 (al menos acerté en una de las de las misses :S)
¿Y saben qué? Me encanta mi mestizaje. Me encanta saberme inetiquetable (salvo por los que quieran etiquetarme de sudaca o latina, que estarán en todo su derecho).
¿Quien dice que no podemos ser nacionalistas de vez en cuando?
8 comentarios:
Argentino = Hippie ?
no, no
...
NO!
Venezolana = Bonita?
100% de acuerdo
justo hoy tocamos el tema, no?
hijija, me encanta cuando haces post largos! olvidaste a tu madre postiza que es genotípicamente negra y fenotípicamente catira... :)
*hijita!
JAJAJA me encanta saber que alguno de mis ancestros se cogio a alguno de los tuyos y aquí estamos los 2 negra de mi corazón! JAJAJA
Los venezolanos somos así, bellos por naturaleza, nadie nos quita lo sumbaos que somos y a las mujeres nadie les gana batiendo esa peluca jajaja
p/d: amoooo el nuevo look del blog, its soooooo you
Beijos
Hola,pues tienes una nueva lectora..me encanta como escribes...
y en qué se traduce ese "liso" entrecomillado?
Al anónimo no deberia responderle precisamente por anónimo... pero todo el que me conoce sabe que me enorgullece no ser esclava del secador de pelo.
Mi cabello es liso, pero grueso, rebelde, a veces con freeze (o como se escriba)y por lo tanto no califica como Liso Sedal casi nunca.
Hay días que se apiada de mí y puedo llevarlo suelto sin temor a ser confundida con un león.
Y ya, estos fueron los 5 min. de respuesta de Miss del mes.
jajajaja... me encanta tu blog nena esta lleno de sincerida y buen humor... nueva seguidora!! Felicitaciones...
Publicar un comentario