Revolution blogger mis cojones

Mientras caminaba esa noche por las empinadas calles de La Castellana no pensaba en lo que me encontraría en el Foro de Blogs y Literatura. Cuando me enteré que la Embajada de España iba a reunir a un grupo de gente para discutir sobre dos de las cosas que más me interesan en la vida, no me tomó más de dos segundos decidir que iría. A pesar de que más de la mitad de los panelistas eran desconocidos para mi, y eso que yo -humildemente- leo blogs QUE JODE.

Como mi criterio de selección no es determinante para nadie que importe (?) sólo pensé que a pesar del tiempo que gasto en la red leyendo estos pequeños cuadernos de desconocidos, está claro que no leo ni a la mitad de la gente que debería (y me gustaría) leer.

Llegué entonces a un pequeño salón con muchas caras desconocidas, preguntándome secretamente si alguno de los presentes portaba la cara que se esconde detrás de alguno de esos seudónimos que me son tan familiares.

Pero todo se fue a la mierda a menos de dos minutos de empezada la discusión. Y digo se fue a la mierda porque no hay mejor expresión. Porque no soy una de esas literatas que encuentra el mejor eufemismo o la mejor analogía. Porque soy blogger, pura y dura. De esas bien niches que llena la red de basura sin pasar por el tamiz de un editor con "criterio", de esas que se aprovecha de la falta de un control de calidad.

Ahora bien, ¿por qué digo que todo se fue a la mierda?. Porque la charla empezó con las declaraciones infartantes del pseudo líder de la mesa, el invitado internacional que nunca puede faltar para darle caché a cualquier convocatoria, y la persona menos indicada para conversar sobre blogs que pueda existir sobre la faz de este planeta tan escoñetado.

Señores organizadores, ¿ustedes de verdad consideran acertada la decisión de sentar a un tipo que se ufana de no "navegar", ni leer blogs, ni CREER en el blog como formato, frente a una audiencia de autodenominados (y orgullosos) bloggers? ¿Para hablar de blogs?

Yo puedo entender que es necesario diferir, que hacen falta distintos criterios para darle sentido a una discusión, que no todo el mundo tiene que creer -como yo- que los blogs son una de las mejores cosas que nos ha brindado este juguetico esquizofrénico que es la World Wide Web.

Lo que no puedo entender son esos argumentos puristas, trasnochados e irrespetuosos que usó su invitado español. Digo, catalán.

Y tampoco el beneplácito de los otros tres ponentes que le rieron todos los chistes malos o simplemente se quedaron callados mientras el otro escupía barbarismos e insultos disimulados (o no?) a todos los que estoicamente soportamos su hora y media de desvarío.

A ver, Señor Amat:

.- La literatura no está supeditada a los libros impresos desde el momento en que el primer poema se declama o el primer cuento de cualquier autor es colgado en la red.
Si a usted, a sus treintaypico (porque no creo que tenga más) le sigue pareciendo que los verdaderos (?) escritores son aquellos atormentados que se encierran a oscuras durante un año a golpear una máquina de escribir, sin contacto con el mundo y sufriendo cada uno de los dramas de sus personajes como propios, entonces usted está equivocado.
Y no lo digo yo. Lo dicen los millones de personas que escriben sin cumplir con sus ridículos criterios. Por el mero de hecho de escribir ( y ser leídos).

.- Cada nuevo formato, y eso que el blog hace rato que no es nuevo, encuentra adeptos y detractores.
Cuando las primeras películas en video hicieron su aparición, amenezando el histórico ritual que sólo permitía ver películas en un teatro y no en la sala de nuestras casas, me imagino que los grandes directores señalaron iracundos que aquello no era cine. Dígame usted ahora, si no posee algún DVD (seguro con una película muy lenta, muy densa y muy "profunda") para ver cine en su casa.
Que un blog no sea un libro propiamente dicho, no implica que en él no pueda crearse y difundirse literatura.

.- Mi mejor ejemplo para ilustrar la literatura en los blogs es -obviamente- Hernán Casciari (o Dios, cómo a mi me gusta llamarlo). Pero, ¡Oh Santísimo Sacramento del Altar¡ no puedo citarlo ni usarlo como ejemplo para que usted me entienda porque usted asegura que no tiene puta idea de que quien ese señor, que nunca lo ha leído, porque además usted nunca navega.

[Sí, dijo navegar. Nunca nadie me advirtió que estábamos de vuelta en 1999]

Mi problema no es que usted no conozca a Hernán. A pesar de que creo que todos los mortales deberían leer Orsai para hacer de éste un mundo mejor y más bonito. Mi problema es que usted se atreva a asegurar que Casciari es un pobre guevón, y que lo que él hace no es literatura, porque escribir una novela a capítulos en internet - donde además pueden comentar los lectores, cosa que es un CRIMEN- es una locura y no entra dentro de lo que usted considera bueno.

Además no quiero NI EMPEZAR a decirle que mi problema es que usted, BLASFEMO y SACRÍLEGO, tenga la osadía, el descaro y la insensatez de comparar a Casciari con Pablo Cohelo. Lo que le faltó fue equipararlo con Arjona. Pero ahí si es verdad que mi impulso de lanzarle la silla sobre la que estaba sentada no lo iba a detener ni Víctor ni Nina ni Sophie ni blogger amigo alguno.

Amat fue presentado como periodista, escritor y editor de un blog. Aunque no sé por qué, ya que lo que él edita es una página web colgada del servidor de blogspot, porque ni siquiera tiene opción de comentarios.

Nunca se presentará como blogger, porque para él los que escriben un blog son seres disociados, solitarios, deprimidos y tristes. Que pasan todo el día frente a su computadora, porque no tienen amigos, en pijama y leyendo otros blogs, sólo para matar el tiempo entre masturbación y masturbación.

Él no. Él es chévere y sí tiene amigos, bebe cerveza y come tapas mientras discute sobre el situacionismo y la literatura de Dostoyevski (que sí es de verdad). Además, supongo, no se masturba.

Le cuento: yo escribo un blog. Tengo amigos (mi cuenta de FB lo prueba, ja!) y bebo cerveza mientras converso sobre Casciari, para luego escribirlo en mi blog. Pero debo reconocerle que sí, en efecto, me masturbo.

No puedo expresar aquí lo equivocado que está este señor en la vida, porque no me alcanzan los caracteres. Además tampoco puedo ni siquiera medio dibujarles el tamaño de mi decepción luego de esta infructuosa pseudo discusión.

Como si no fuera suficente con el catalán cínico y los tres venezolanos jalabolas sentados en la mesa del frente, casi la totalidad del público pareció no entender que les estaban diciendo perdedores y pajizos. Las carcajadas aprobatorias a cada una de las barrabasadas que se dijeron esa noche fueron demasiado para lo que mi psique puede soportar.

Dejo aquí plasmada mi opinión iracunda porque yo sí creo en la validez de los blogs como formato literario, y (en mi caso) como difusores de todo lo demás que se nos pegue la regalada gana de difundir por acá.

En conclusión, la próxima vez que a alguien se le ocurra proponer una discusión sobre Blogs y Literatura, por favor, convoque a un panel de conferencistas que en efecto tenga un blog y use internet.

Caminar 5 cuadras en subida a las 7 de la noche es demasiado esfuerzo como para perderlo asistiendo a foros que no son tal, y oyendo a bloggers que tampoco.

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