2.6.09

Primeras veces


La primera vez que me rompieron el corazón tenía 14 años. Lo recuerdo - además de porque fue traumático- porque fue en la celebración de 15 años de una compañera de clases, y yo siempre tuve un año menos que mis compañeros de clases.
Mentira. El que me rompió el corazón también era mi compañero y soy 4 meses mayor que él, creo que era el único.

Siempre he dicho que mi adolescencia se pareció mucho a un capítulo de Dawson's Creek, me parece que a partir de esta historia es que se origina esa afirmación Eso sí, no estoy de acuerdo con el amigo de Pebbles que asegura que todos los problemas de las mujeres de mi generación parten del hecho de haber visto esta serie. Yo creo que aunque no la hubiéramos visto, igual estaríamos todas locas. Somos todas potenciales Joeys. O lo que es peor, potenciales Jens.

La fiesta en cuestión se desarrollaba en la casa de la cumpleañera, que era grande y tenía un patio ideal para esos bochinches llenos de hormonas. Acababan de terminarme por primera vez en la vida, y -como siempre - yo no lo tomé muy bien que digamos. Decidí quitarle el habla al muchacho en cuestión, y si recuerdo bien esa era la primera vez que coincidíamos socialmente luego de la horrible conversa en la que me mandó al carajo.

Parte de su argumento era que debíamos terminar porque nos íbamos de vacaciones escolares. Él se iba a Buenos Aires y le parecía que lo más lógico era terminar porque no nos veríamos en un mes o más. A mi me pareció que lo más lógico era nombrarle al coñísimo de su madre, su abuela, sus hermanas y sus tías. Y como era de esperarse, todo terminó muy mal. Es parádojico que justo esa ciudad de la que estoy enamorada haya sido la culpable de mi primera ruptura. Paradojas pendejas de la vida.

Estábamos en la fiesta y yo hacía gala de mis peores modales, ignorándolo o prestándole atención sólo para ridiculizarlo o intentar herirlo. Con mucha pena debo reconocer que cuando quiero ser hiriente tengo bastantes habilidades. No me enorgullezco de ello, pero me ha servido en la vida para canalizar la ira y el dolor. Es como si fuera una esponja que absorbe y atesora las informaciones que la gente me va soltando de a gotas. Puede que guarde esa información para siempre. Pero en medio de un gran dolor o una arrechera tremenda, puedo usar esa información como una bala certera. Escupo las palabras con toda la saña que pueda encontrar en mi lado oscuro, y hago daño. Lo cierto es que casi siempre me arrepiento. Nótese el "casi".

El muchacho en cuestión había sido novio de una amiga en común antes de mi, y yo, la verdad, no tenía ningún problema con ella. Como en la mejor escena de la famosa serie adolescente, en un momento de la fiesta abrí una puerta. Detrás de ella se econtraba mi ex, de espaldas a mi, conversando con otro amigo sobre cualquier cosa.

Ninguno de los dos me vio, y yo - usando lo aprendido viendo Sony- me las ingenié para quedarme oyendo con la puerta entreabierta sin que ninguno de los dos lo notara.

¿Qué oí? La frase más dolorosa que puede oir una catorceañera orgullosa, resentida y despechada. Mi ex decía que él nunca dejó de querer a su ex. Que por eso lo nuestro no había funcionado. Él sólo la quería a ella, y yo -aparentemente - había sido lo que los gringos llaman el rebound.

Salí corriendo de ahí, pero el interlocutor de mi amigo me vio. Corrió detrás de mi y como también era mi amigo, soportó el resto de la noche mi llanto desconsolado y mi mejor repertorio de insultos dirigidos al culpable de mi dolor. Creo que - hasta hoy- mi ex nunca se enteró de lo que vi y oí.

A partir de allí, mi rabia no tuvo ningún límite. Pasé los siguientes dos años maltratando al traidor. Humillándolo siempre que podía. Sin entender que cada sarcasmo de mi parte sólo demostraba lo mucho que aún me importaba.

Creo que si no hubiera presenciado la detallada escena, lo hubiera perdonado a los días y nuestra historia hubiera sido diferente. Pero - como dicen las doñas- las cosas pasan por algo. Yo sólo pude superar mi arrechera un par de años más tarde, y comenzamos de nuevo. Pasito a pasito como los bebés.

Quiero aprovecharme de este recuerdo para pedirle perdón. Por las cosas tan terribles que le dije y le hice. Sabiendo que lo que a uno le parece terrible a los 15 años, puede ser risible luego. Me gustaría que entendiera que tanto ensañamiento sólo se justifica porque lo quería burda. Porque significó un montón de cosas importantes en ese momento de mi vida. Y el odio verdadero sólo nace de un amor igual o más intenso que lo origina.

Lo bueno de toda esta anécdota es que hoy puedo contar al sujeto de mis injurias como mi amigo más antiguo. Y una de las personas que más quiero. Creo recordar que el cumpleaños de la muchacha ésta es en julio, así que si saqué las cuentas bien, están por cumplirse nueve años del triste suceso.

Sólo me queda el dolorcito tierno del primer despecho, inocente. Y la sonrisa vaga que se me dibuja en la cara cada vez que veo ese capítulo de Los Simpsons en que Lisa le grita al hijo del policía en el programa de Krusty, y se puede ver en cámara lenta cómo se le rompe el corazón al gordito.

Así me sentí. Como el gordito.

Nunca lo había pensado, pero tengo un montón de cosas en común con Rafa Gorgory.

8 comentarios:

Nina dijo...

Cómo hago para justificar toda la m... que hablé a los 22? Ah! no me importa justificarla, se las merecía todas.

Y yo no vi nunca Dawson´s. A qué le echo la culpa? jajajaja

Un beso, marica.

Victor Marin Viloria dijo...

Excelente mi perfect!

el whittie dijo...

JAJAJA LOCA! la culpa no es de la serie, sino del botón de LOCA que tienen ustedes y que cuando se les queda pegaó, pasan cosas como esas...

Unknown dijo...

Que la culpa es de la vaca, de que mas se va a reir uno despues si no pone bien la torta cuando esta mas joven y dependiente de hormonas...?
Divertida y agridulce historia.

Vanesa dijo...

Me gusto mucho!!! Mas que te muestras tal cual..perfecta e imperfecta!! Excelente relato!!

Jefferson Díaz dijo...

Saludos,

el siguiente mensaje está fuera del tema del post, pero pensé que te interesaría. Sacado del Blog de Fedosy Santaella:

"Me escribe Ricardo Ramírez para contarme que un grupo de personas, poetas, cronistas y especialistas en el asunto han estado conversando acerca de las diferentes propuestas escriturales en la red, en el marco de la literatura creativa y ficcional. Su inquietud ha cristalizado en un primer encuentro en la Librería El Buscón el martes 16 de junio a las 7:00 pm. Entre las personas que asistirán a este evento estarán Héctor Torres, Keila Vall, Eleonora Requena, Natasha Tiniacos, Adriana Villanueva, entre otros.

También me dice que la idea es que esto se haga extensivo, y se realicen dos eventos más, uno en Las Musas, en julio quizás, y otro en la Fundación Cultural Chacao.

Pues quedan todos invitados al evento del martes 16 de junio."

Mene dijo...

Hoy mientras me banaba pense justamente: "si me dijeran que tengo que volver a vivir el bachillerato... es mas, si tuviera que vivir de nuevo a partir de 4to o 5to grado... definitivamente... me suicidaria ahorita mismo!".

Ahi te la dejo. Besos marina, te quiero un monton!

Michelle Durán dijo...

Cuando Dios estaba diseñando mi personalidad, se acordó de Sheldon (The BB T) y Rafa Gorgory. jajaja. Luego se le regó una taza de cafè. Y heme aquí. xD