25.2.09

La mejor

No he hablado mucho de mi madre aquí, y no sé muy bien por qué. La verdad es que es la persona más importante de mi vida y mi relación con ella es una de las mejores relaciones madre-hija que conozco, modestia aparte.

Nos contamos todo, somos una especie de Lorelai y Rory Gilmore, aunque en su versión tropical.


Cualquier cosa que diga se queda corta, pero quiero decir algo porque hace una semana cumplió años y (de nuevo) no pude estar con ella. Eso me parte el alma. Siento que voy a necesitar todos los momentos que pueda atesorar con ella, para dentro de mil años cuando ya no esté. Sí, mi mamá no me va a dejar sola sino hasta dentro de mil años, porque yo digo.


Sólo voy a replicar lo que escribí hace más de un año en la dedicatoria de mi tesis, porque de toooooooodas las letras que me han salido de los dedos en estos 23 años, esas son las más sinceras que he plasmado en mi vida. Es justo y necesario hacerlas públicas, porque me parece que en la biblioteca polvorienta de la Central no las va a leer casi nadie:


A mi madre, que es mi vida entera, mi amiga, mi risa y mi motivo.
Porque sin ti no habría nada bueno ni bonito, y porque este es sólo uno de los muchos logros que se deben únicamente a ti. Gracias por ser mi roca.


Si llego a ser la mitad de lo buena que es ella, me daré por sastifecha. Sólo espero poder equipararla, y que mis hijos lleguen a sentir un poquito de lo que yo siento: que tengo la mejor madre del universo.

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