7.10.09

El marido mío


Un pequeño intercambio de tweets con un desconocido dio origen a esta nota. Todo empezó porque manifesté la ternura que me genera Luis Fernández cuando se autodenomina como elmaridodeMimíLazo. Así, todo pegado.

El desconocido en twitter me hizo una especie de “reclamo”, que no me tomo muy a pecho porque en la virtualidad la diplomacia es necesaria, y me dijo que el término marido le parecía chocante y vulgar. Resultado de una declaración de la iglesia que ha denigrado a las mujeres por 2000 años.

A mí, la verdad, no podría importarme menos el calificativo. Yo puedo ser – perfectamente- la mujer de alguien. O su novia. O su esposa. Hasta su amante. No le veo lo denigrante a ninguno de los términos.

A mi lo que me importa es que ese esposo – novio – marido – arrejunte me respete por lo que soy y por lo que hago.

Señores, por favor, no hay nadie menos católico ni menos machista que yo. Pero las cosas son muy sencillas. Yo soy hija, por lo tanto soy la hija de. Soy amiga, por lo tanto soy la amiga de. Soy empleada, por lo tanto soy la empleada de. Y soy mujer, por lo tanto –algún día – seré la mujer de.

Me recuerda la eterna discusión sobre los términos políticamente correctos de la sociedad actual. Ahora resulta que no hay enanos, sino gente pequeña. No hay personas con retraso mental, son especiales. Y no hay negros, sino afroamericanos o afrodescendientes. Citando a Sergio a.k.a BenitoDelicias: Bitches, please!.

Yo soy negra. Punto. A mí no me vengan con mariqueras.

Es casi tan ridículo como las gordas que prefieren describirse diciendo que tienen exceso de belleza.

Todo este alboroto porque me parece tierno que un hombre tenga suficientes cojones como para asumir en este país de meros machos que él es el marido de. Porque entiende que todos somos el algo de alguien. Sin importar géneros, edades ni afiliación al Country Club. ¿O es que no saben que cuando una señorita bien se casa pasa a ser inmediatamente María Auxiliadora Pérez-Casas de Gómez-Trujillo? Es la misma vaina que decir “Yo soy la mujer de”.

Háganse el favor de llamar cada cosa por su nombre. Los eufemismos no nos llevan a ninguna parte. Citando de nuevo, esta vez a mi cuñado el ilustre:

“Si tiene oreja e’ cochino, trompa e’ cochino y rabo e’ cochino…esa vaina es un COCHINO!”

11 comentarios:

rubia dijo...

Tú, por ejemplo, eres mi negra... Y a mi me encanta ser tu rubia...

Toto dijo...

Yo soy yo.
- Platon (o fue Descartes?) bueno en todo caso fue algun hijo DE puta. (el ciclo jamas se acaba)

el whittie dijo...

JAJAJA NOJODAAA! esa es mi negra caracha! jajajaja yosoyelmaridodelanegra! JAJAJA

Pablo J dijo...

Jajaja muy bueno. Te doy toda la razón. Lo que pasa es que la gente se pone a pensar en mariqueras porque no les da el cerebro para ocupar su tiempo en cosas mejores... como arrecharse porque perdió Venezuela en el Sub-20! jajajaja

Que tengas un buen día ;)

Unknown dijo...

Excelente!

John Manuel Silva dijo...

Y yo soy gordo y dientón. Punto

*Mari dijo...

"Es casi tan ridículo como las gordas que prefieren describirse diciendo que tienen exceso de belleza"

La mejor frase!!! A mí no me gustan los términos marido y mujer, pero ahora que te leo es cierto lo que dices... Algún día seré la mujer de... Es momento de empezar a aceptarlo... jeje...

Mene dijo...

"en la virtualidad la diplomacia es necesaria".. me encanto este post estrella. Se lo mostre a Alfonsina y reimos juntos. Un besote

Redhead dijo...

A mí mientras no me digan "mami" ni tenga que escucharle a otra decir "papi", que me llamen lo que se les dé la regalada gana. Yo no me inmuto por adjetivos. Lo único a lo que sí me niego es a plantarme el nombre del fulano en la cédula, aceptando que si te casaste eres "la fulana coroto DE fulanito". Me gusta mi apellido catalán, con todo y los chistes obligatorios y muchas veces recorridos, y no quiero dejar de tenerlo.
Y yo soy peliroja. Amo mi pelirojez, la negrez de mi nerra y la rubiez -divertida por demás- de la rubia. Amo que una foto de todas parezca un afiche hermosísimo de Benetton. Y amo decir que estoy gorda para que me digan lo contrario. Amo ser escuálida, sonrojarme por lo blanca que soy, ser una doña y la "corporativa.alternativa" (cómo será para que YO sea alternativa, jaja) que no termina de cuadrar. Amo tener complejos y regodearme en ellos. Amo tener amigas lindas, inteligentes y tan plurales.
Amo cuando pones posts y me dejas cositas divertidas que leer. Amo tener colgadita en mi oficina la nota "Te quiero, redhead" y que más nadie tenga notitas lindas así.
Por qué tengo que postear siempre tan largo?
Todos los quereres y los y esos...

Michelle Durán dijo...

Todo está es la fonología. Cambiar las cosas para que (lee bien lo que viene)...para que "suene mejor". Porque "marido" es..."ayyyyy, no, no, muy chabacano" (ójala que chabacano se escriba así)

El Lord dijo...

ese coño lo que le está es sacando provecho comercial a la esposa, bien hecho!!

además, ella es mas grande que el y debe pegar duro!!