31.8.08

De por qué no me gusta la poesía


Anoche descubrí la razón por la que no me gusta la poesía. Nunca me ha gustado. Aunque es verdad que nunca he intentado leerla con suficiente interés.
Creo que no la disfruto porque no la entiendo. Necesitaría ponerle una cara al poeta y a la musa. Como en las novelas, que se toman el tiempo de mostrarte a los personajes, de decirte como son, a qué le temen, por qué aman.

La poesía sale de la nada. Es una repentina declaración de amor, o de tristeza, o de rabia. Pero está (para mi) como colgando en la nada y por eso no me toca, ni puedo sentirme identificada. Capaz me falta imaginación o romanticismo.

Sin embargo, anoche tuve un lindo encuentro con ella, y por primera vez en la vida me gustó. Ya había visto El lado oscuro del corazón, pero anoche fue distinto. Creo que presté más atención -o tal vez es que estoy en un momento 'oscuro' de mi vida-, pero por algo mi rubia dice que hay que ver las películas al menos dos veces, porque en la segunda es que notas los detalles.

Sabiendo la historia de Oliverio y Ana, es más fácil para mi darle sentido a Benedetti. Y a todos los demás poetas que son citados en la película. Tienen cara, sentimientos, y una historia. Como a mi me gusta.

Primero, la magistral estrofa con que comienza la obra, quizá la más conocida y recordada:

"Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en eso soy irreductible - no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar, pierden el tiempo conmigo."

Luego hay una escena en la que Ana habla de lo triste que es descubrir que ese poema que te hizo llorar en la noche, no te produce nada cuando llega la luz del día. Me contenta descubrir hoy que Ana estaba equivocada, me sigue pareciendo igual de melancólico y acertado lo que viene, igual que anoche... y creo que me lo seguirá pareciendo por un rato largo:

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.

Sin un temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.



Mario Benedetti,
aunque me gusta pensar que lo escribió Oliverio

29.8.08

Top 10: golosinas sexys

El siguiente es un post para nenas. Así que si eres varoncito -y poco tolerante al exceso de estrógeno- puedes retirarte a leer El chigüire bipolar o ver la página de ESPN.
Hoy escuché o leí en algún lado algo sobre la lista de hombres sexys que hace la revista People cada año, y pensé que sería lindo pasar una noche de viernes en casa haciendo una lista así, entreteniendo mis ojos y alejada del alcohol que parece seguirme a donde vaya desde hace tres semanas.
Así que aquí estoy, raspando un pote de nutella, oyendo a Erykah Badu y haciendo mi Top 10 de hombres sexys y famosos. Es una escena bastante Bridget Jones, lo sé. Pero me encanta.
Esto es como con las semifinalistas en el Miss Venezuela, de manera aleatoria y sin ningún orden en particular (es redudante la frase pero así la dice Maite). El único puesto reservado es el primero, que dejaré para el final.
Como dijo Cerati: Ahí vamos.


Lenny Kravitz



El único negro en esta lista. No es racismo sino que yo soy negra también y bien lo dice la sabiduría popular "negro con negra es como noche sin luna, y blanco con blanca es como leche y espuma". Pero toda regla tiene su excepción.
Este tipo es sexy porque es rock. Porque tiene cara de que... eso, lo que están pensando. Porque canta con pasión. Porque se ve bien pelón, con afro y con dreadlocks. Porque no me importa que a veces tenga pinta de no haberse bañado en 15 días, igual le digo que sí a lo que me pida. Así mismo.

Jude Law


Tampoco me matan los catires, sólo hay dos en esta lista, pero es una buena representación. Desde Closer me enamoré de él, y con My blueberry nights decidí que podría ser la mujer de servicio en su casa si eso es lo que él quiere (además tiene expediente en eso de "relacionarse" con el servicio doméstico, engañó a su esposa con la niñera). Es sexy porque tiene acento, y porque cuando mira a uno le parece que el mundo podría acabarse en ese instante y no importaría nada más. Jude Law me miró, puedo morirme feliz ahora.

Edgar Ramírez



Aquí empezamos con los hombres que más me atraen, esa categoría que los gringos llaman "light skin, dark hair". Uno de los dos venezolanos en mi lista, porque ya dije que no está mal ponerse nacionalista de vez en cuando.
Este gocho es sexy porque le ha echado un camión de bolas en la vida. Porque dijo tres líneas en la última peli de Bourne, y le quedaron mejor que todos los diálogos de todos los demás juntos. Porque se tiró a Keira Knightley en el desierto, drogados los dos, y es una de las escenas eróticas mejor logradas del cine independiente norteamericano (que he visto). Porque quiere salvar al mundo del calentamiento global. Porque su libro de cabecera es el de Post Secret. Porque podría encontrármelo en algún cine caraqueño y no darme cuenta que es él de inmediato. Sí, ya sé que dicen que es gay. No podría importarme menos.


Robbie Williams

¿Tengo que explicarlo? Tiene cara de picardía perenne. Le dió a Adal Ramones la entrevista más divertida que he visto en la vida, y me hizo creerle que sigue siendo humilde a pesar de los millones discos vendidos y los 18 carros de lujo que debe tener estacionados en una de sus mansiones. Tiene el tatuaje más sexy de la historia, una B en el cuello que provoca arrancársela de un mordisco. Dejó que el mundo lo viera usando unos interiores con un león pintado justo en sus partes nobles, y se le veía bien. ¿Alguien más puede lograr eso?. Robbie: I'll let you entertain me whenever you want.

Gael García Bernal


La mujer que se resista a esa sonrisa (con colmillo desvíado y todo) es de palo o indiscutiblemente lesbiana. Este mexicano se viste de transformista, se besa con un hombre, muestra la cabeza rapada con una cicatriz horrenda y enorme, y no se le quita lo sexy. Podría ser el cajero de un McDonald's, y de todas formas le pasaría mi teléfono celular, mi dirección y mi email en el recibo de la tarjeta de crédito. Odio el acento mexicano, pero con él no me importaría mudarme a la vecindad del Chavo y comer chilaquiles nada más de aquí hasta que me alcance la vida. ¿Se puede ser tan adorable?


Justin Timberlake



Él mismo lo dijo: he's bringing sexy back. La ropa de este hombre, ¡cristo santísimo!, yo TENGO que amarlo sólo por ponerse un traje de tres piezas, sombrero, y reloj de bolsillo, ¡con gusto!. La pobre Britney quedó calva y loca cuando lo vió en el video del primer single y se dió cuenta que había cambiado a ESE tipo por el chiste de rapero wannabe con el que se casó. Debo reconocer que al principio de su carrera no era sexy, pero cuando se cortó los rulos y definió el abdomen cambió el curso de su propia historia. Si les queda alguna duda respecto a su "sexytud" veánlo bailar. No digo nada más.

Colin Farrel


Este tipo es sexy aquí y en Pekín. Me encanta que da entrevistas fumando y bebiendo, dice groserías, y se para y se va cuando se harta por algo. Esa actitud de niño malo nos ha parecido sexy a las mujeres desde James Dean, no hay nada que hacer. Además también tiene una pinta de que te agarra y... lo mismo que Lenny. A mi si quiere que me trate mal, pero que me haga algo.

Jean Paul Leroux


El otro venezolano de esta lista, aunque su nombre indique lo contrario. No hay una persona en mi vida que no me haya oído declarar mis deseos de ser su esposa en alta y viva voz. O su amante. O la que lleva las maletas cuando va de viaje. Lo que sea. Su sex-appeal radica principalmente en sus 196 centímetros de humanidad. Es el único de todos los mencionados que he visto, tocado, y hasta conversado. Por eso puedo afirmar que además es un dulce, y eso sólo lo hace más sexy, si es que es posible.
Mi trabajo anterior me dió la oportunidad de formar parte del equipo que organizó una "fiesta de cumpleaños" en su honor. En realidad era puro mercadeo pero no importó. Ese día me tomó de la mano para atravesar juntos un local nocturno lleno de gente, y decidí que mis metas estaban cumplidas, y que ya podía venir a buscarme la pelona con total tranquilidad.
Además tiene unos ojos verdes que contrastan en perfecta armonía con su tez bronceada, que podría ver por horas sin aburrirme. Jean Paul, si te estás googleando y llegaste a esto, déjame decirte: yo soy la "morena simpática" que te ayudó a guardar los regalos en 205, hemos hablado un par de veces por teléfono y todo, por aquí te hago mi petición oficial: 'chico, ¿tú quieres casarte conmigo?'

Penn Badgley


Este debe ser el más joven de esta lista, últimamente me están gustando de 25 pa' arriba. Mi amor por él es muy reciente, no ha dado tiempo de que crezca y se afiance en mi corazón. Pero tiene MUCHO potencial. Quiero hacer énfasis en su boca, lo más sexy que tiene. Además esos rasgos como cuadrados, y esa pinta de tipo buena gente que tiene. Es muuuy blanco, y tiene el pelo muuuuy negro, eso siempre está bien. Parece un chamo complicado, con problemas existenciales, y eso a veces es sexy. Despierta en las mujeres esa necesidad de "ayudarlo", de "arreglarle la vida". También pareciera que no habla mucho, pero eso no importa. ¿Quién quiere hablar con él?

Llegamos al final, el hombre más sexy sobre la tierra (según yo) que no podría ser otro que:

Ricky Martin


Perdón si los decepciono. Si estoy siendo demasiado cliché, lugar común, mainstream o lo que quieran. Pero no hay una verdad más absoluta que esta: este tipo es sexy.
No es sólo que es PERFECTO. Cara perfecta de Dios griego. Cuerpo perfecto, como esculpido en mármol. Espalda ancha, brazos definidos, abdomen de hierro, pies bonitos, sonrisa desmayadora, cabello siempre adecuadamente despeinado, nariz de catálogo, bronceado de puertoriqueño, voz hermosa. Es que además quiere cambiar al mundo, medita, colabora con la infancia abandonada, y ahora pa' colmo es papá de gemelos.
Ricky tiene una capacidad extrañar para hipnotizarme que nunca he podido superar, yo voy haciendo zapping y si él sale en la pantalla, debo quedarme ahí hasta que ya no salga más. Así sea un video del 96 cuando tenía el pelo largo y cantaba "fuego de noche, nieve de día". Si algún día me encuentro frente a él, estoy segura de perder la razón. O me le lanzo encima como una salvaje, o me desmayo como una pajúa sin decirle ni hola.
También estoy conciente de que es homosexual. No me vengan a joder con eso en los comments. Mis posibilidades de tener relaciones sexuales con él son iguales a las que tiene Mayré Martinez de convertirse en una cantante respetable. Es decir, ninguna. Así que ¿a mi qué me importa que le gusten los hombres?

******
Estos son mis hombres. Veo mucho vello facial y tatuajes ahora que lo pienso, supongo que eso podría significar un patrón.
Tengo tres gringos, tres británicos, dos latinos y dos criollos. ¡Que viva la globalización!

Ahora bien, ¿quién me presenta un caraqueño (o residenciado en Caracas) entre 25 y 30, con sentido del humor, inteligencia, buena apariencia, que oiga buena música, lea buenos libros, vea buen cine, económicamente estable?

Digo, para pasar la noche del viernes con él y no con estos diez guevones que ni saben que existo. ¡¡Joder!!


28.8.08

Guiños

Yo voy a empezar a hablar asumiendo que todos saben de lo que hablo, porque les he recomendado leer a Casciari un millón de veces, y si no lo han hecho es una irresponsabilidad.

Justo hoy que me desperté de pelea con el mundo -yes, it's a Shakira quote, so what?-, el día me hizo un guiño, de esos de los que habla el gordo, como para que dejara de pensar tanta mariquera y le sonriera a mi trasantepenúltimo día de vacaciones.

Pocas cosas me han dibujado una sonrisa estando en la cocina - ya he dicho que no soy la perfecta ama de casa- pero hoy pasó. Y quiero creer que en alguna parte hay un montón de masa cósmica, acomodándose y ajustándose para hacerme sentir mejor.




* uds. también ven la carita feliz, no?

No me jodás

Odio cuando la gente se va sin decir adiós.

Ya me pasó una vez, con magnificencia, eso me marcó de por vida y ahora no lo soporto.

Fueron cuatro horas y media, panita. Yo me dormí un rato y todo, pero eso no lo sabes ni es problema tuyo (así: problema tuyo, no es "tu problema", es "problema tuyo, hijodelagran...".

Entonces, me importa muy poco a este nivel pero igual me jode un poco la vida a estas alturas. Soy incoherente, lo sé, y no podría importarme menos.

La frase adecuada es: anda a que te c*** un b****. ¿No la entendiste?, lo sé y me agrada.

Se dice: adiós. chaíto. que estés bien. bye. un beso. me tengo que ir.

Como diría Nina: Whatever, dude. But take a fucking moment to say godbye, even if you don't give a shit. Se llama "diplomacia"

Lo mio se llama "histeria con trauma reciente, h***de p***"

Adiosito, pues. Que estés bien. Saludos a Raquel.

Y ahí hay que morí', pero tú solito. punto y final.

Me declaro perra

No son ganas de llamar la atención. No son deseos reprimidos. No es que me guste parecer "de avanzada". Es una simple cachetada de la realidad, que me golpeó hace un par de días y ya me terminó de noquear.

Hay mujeres que nacieron para ser la novia de, luego la esposa de, y finalmente la viuda de. Son esas mujeres que los hombres ven (según yo) y piensan: esta es para casarse. Tienen virtudes, y algunos defectos, pero son material para novia.

Son también esas que se saben engañadas pero estan entrenadas para pensar que no importa, porque ellas son "las legales". Ellas están seguras que todos los hombres son iguales. Su padre, su abuelo y su bisabuelo engañaron a sus madres, abuelas y bisabuelas. Y ellas se mantuvieron ahí, porque el matrimonio es para toda la vida. Porque el divorcio es un pecado, y el sexo prematrimonial también. Porque una mujer sola tiene mucho que perder. Han entrenado a la estirpe para que aprendan que las mujeres vinieron al mundo a sufrir, y los hombres tienen una superioridad relativa que les permite hacer (o dejar de hacer) cosas porque recibieron un cromosoma Y. Sólo por eso.

Hay otras que prefieren la soledad. Saben manejarla. Llegan a ser solteronas, palabra terrible que no debería existir pero existe. Comprenden que no cumplieron con los parámetros sociales por alguna razón, y llevan su vida de una u otra manera, soportando las miradas de todos, esquivando la lástima o la burla. A veces con fortaleza, otras veces con disimulo y tolerancia. Esas mujeres encuentran un refugio, en los sobrinos, en la iglesia, en los cursos de repostería, donde sea. Y llegan al final de sus días con algo de dignidad.

Pero algunas, como yo, no encontramos sosiego en esas categorías. A veces la gente nos ve como mujeres fuertes, resteadas, arrechas, "un palo de mujer", o como quieran llamarlo. Los que verdaderamente ven, saben que es sólo un escudo bien armado. Pero nadie les cree. La mayoría se traga la historia que inventamos para poder vivir "bien".

En este país, algunas de esta última categoría se refugian en un gimnasio, o en el quirófano de un cirujano. Llegan a viejas estando buenotas. Con las tetas en su sitio, con el abdomen plano, con los brazos definidos, y sin arrugas. El mundo entero las admira porque logran algo que todos queremos, pero nadie sabe que llegan solas a casa deseando que alguien las reciba para contarles su día. A veces llegan a ser la "otra", la rompehogares que vive esperando el divorcio del otro para llegar a ser feliz. Son unas perras porque están muy buenas.

Otro grupo encuentra su casa en la oficina (a veces son las mismas del gimnasio), trabajan como locas, llegan temprano y salen tarde, porque nadie las espera en casa. Acumulan fortunas, pero no tienen con quien gastarla. Pueden pagarse un crucero a Alaska, pero luego piensan "¿y quién me abrazará cuando el frío me congele hasta el culo?". Todo el mundo las admira también, excepto sus subordinados, porque ellos sí tienen familia y no quieren quedarse en la oficina hasta las 12, a ellos sí los espera alguien con comida caliente en la mesa. Estas se enamoran del colega, que tampoco tiene tiempo para ellas. Son unas perras porque tienen dinero y poder.

El último grupo de las resteadas tiene un millón de amigos. Viven ocupadas en almuerzos, cenas y cocteles. Vestidas a la perfección, porque no tienen que gastar en teteros, uniformes de colegio o cuotas de universidad para sus hijos (porque no tienen). Todo el mundo las quiere, no tienen un día libre en la agenda. Sus amigos pueden estar casados o solteros, pero ellas siguen sin encontrar a alguien porque los primeros ya están tomados y los segundos no las toman en cuenta. Justamente, porque es un "palo de mujer", autosuficiente, popular, "a la que no le deben faltar pretendientes". Son unas perras porque se cojen al que quieren y cuando quieren.

Ellas se encuentran de repente en una reunión social, viendo como sus amigos casados besan con ternura a las esposas, y los solteros coquetean con cualquier otra, más joven o más sexy o más accesible. Se encierran en el baño a pensar qué están haciendo mal. ¿Será que debo ser menos autosuficiente? ¿Demostrar alguna necesidad que atraiga al típico macho sobreprotector?

¿O será que deben ganar menos dinero? ¿salir menos noches a la semana? ¿no ser mejores que sus contrapartes masculinas?

¿Será que deben dejarse de soberbias y aceptar que necesitan a alguien?

¿Será que deben decir que no, cuando quieren decir que sí, como el resto de las mujeres?

¿Será que cuando sus congéneres le dicen que ella es la mujer más arrecha del mundo, ellas deben reconocer que llegan a casa llorando porque no son la novia de, la esposa de, o la viuda de NADIE?

¿Será que el papel de mujerones espanta a los hombres?

No tengo las respuestas a ninguna de las preguntas anteriores. Pero estoy SEGURA que nunca podría ser de la clase de las "legales", o de las "solteronas".

Por eso me declaro un "palo de mujer". Arrechísima, pero sola. Fuerte por fuera, pero en realidad frágil como una copa, especialmente cuando llego a casa y nadie me espera. Autosuficiente, porque gano más que la mayoría de los hombres de mi edad y mi nivel de instrucción.

Soy una perra. Porque al parecer no soy material para novia. Porque tengo muchos amigos. Porque casi nunca tengo una noche libre. Porque hago lo que quiero y con quien quiero. Porque digo que sí, aunque sé que otras mujeres en mi posición dirían que no para quedar bien.

Porque lloro en un baño (a veces) deseando ser la novia de, la futura esposa de, y algún día la viuda de. Pero nunca lo reconocería en frente de de.

Tengo una vida de mierda, pero a veces está bien.

Que vida de perras.

¿Y si nunca llega de?

18.8.08

All you need is love

Por eso vengo a declarar mi amor públicamente.

Te amo.

No sé en que momento pasó, pero no tengo dudas: te amo.

Justo ahora pienso en ti y mi corazón late más rápido, me sudan las manos y suspiro.

Quiero que me veas así:





Me gustas hasta con cara de intenso y pegado (de hecho, me gustaste por eso):





Ahora bien, ¿desde cuándo me gustan a mi los tipos con cara de nerds, malbañados y con barba?

Chico, ¿será que se vuelve un patrón?



*por favor, corran todos YA MISMO a ver Across the Universe.
Y si alguien vuelve a decirme que no le gustan los Beatles,
voy a empezar a creer que en serio no hay
nada que hacer para salvar al mundo.

17.8.08

Una es bruta

pero te goza, marik....

Una debería aprender, que una conversa no es suficiente...

pero una te goza también.

Maldita promiscuidad

14.8.08

¿Qué se hace con el insomnio?

.- Para los que siempre piden posts largos


Está demostrado empíricamente – por mi- que las noches de insomnio que prosiguen a las noches de trasnocho alcoholizado siempre terminan, o quizás comienzan, con una inevitable introspección. A veces es depresiva, a veces de autodescubrimiento, y otras tantas es sólo introspección vacía, hacia la nada que nos habita cuando tenemos mucho tiempo libre para pensar sobre lo que fuimos, lo que somos y, como si fuera poco, si alguna vez seremos.

También está demostrado –una vez más, por mi- que aunque nos autoproclamemos feministas, o de avanzada, mentes libres, o cualquier otro término que defina nuestra posición de mujeres del siglo XXI; casi la totalidad del tiempo de los cromosomas XX se gasta pensando en hombres. O tal vez sólo soy yo, con mis 22 años, que a veces parecen 6 y otras veces parecen 50.

Desde los 16, he oído a la gente decir que parezco mayor. Físicamente, y para mi terror, también mentalmente. Algunos lo llaman madurez, otros lo han llamado amargura. Yo quisiera llamarlo aceleración.

A esa edad comienza mi vida, por muchas razones. Porque empecé de cero con todo. Porque empecé algo finalmente. Y porque me enamoré por primera vez. Hay alguien que pudiera sentirse aludido –y engañado- con esta afirmación. Porque me he pasado los últimos 10 años diciendo que él fue mi primer amor. Aún lo mantengo. Pero la clase de amor que él representa no es a la que me refiero hoy.

Él representa la inocencia y al mismo tiempo el final de ella. Ya no recuerdo lo que me hacía sentir a los 12 años. Pero debió ser algo bueno, cuando aún hoy después de rupturas, distancias, reencuentros y desencuentros, puedo llamarlo mi amigo. El más antiguo de ellos. Nunca dejaré de estar enamorada de él. Porque fue el primero en romperme el corazón, el primero en repararlo, y se quedó con una parte de él para siempre. Pero ni siquiera en eso puedo darle algún tipo de exclusividad. Me ha pasado lo mismo casi todas las siguientes veces.

Para eso sirve la introspección. Justo ahora identifico un patrón. Yo nunca me desenamoro. Es tu culpa. Por ser el primero, y por hacerme quererte para siempre. Aunque nos separe mucha agua y mucha tierra de ahora en adelante. Gracias. Fuiste el primero, nadie te quita eso.

El segundo no debería existir. Como no debería existir el cáncer, ni el folclore peruano. Pero por mucho tiempo, fue para mí el único que existía. Él fue también –de alguna extraña manera- el cuarto y el quinto. Lo único que explica su triple numeración es el masoquismo, o las ganas de probar un punto en el que no debí empeñarme. Mi inexperiencia y mi absurda manía de querer a la gente para siempre, después que las quise una vez, también podrían servir como explicación.

Cuando fue el segundo, fue hermoso. Porque no fue nada. Fui yo, y mis miles de horas acumuladas viendo Dawson’s Creek. Fueron mosquitos aplastados en un salón de clases. Horas al teléfono. Ideales –de mentira- compartidos. Tomados de la mano, ego por su parte y falta del mismo por la mía. Hasta una tarde-noche de muchas cervezas, gritos, llanto, y su expresión genuina de cariño y preocupación.

Esa misma noche llegó el tercero, con el primer cigarrillo de mi vida, y un despecho enorme cargado sobre sus hombros. Otra revelación de la introspección: tal vez fue el despecho lo que nos unió.

Sin saberlo, ese día empezamos lo único que hasta ahora puedo llamar amor. Teníamos suficientes cosas en común para querernos, y suficientes opiniones encontradas cómo para hacerlo interesante. Él me enseñó a ser grande. Me mostró un montón de cosas que hasta entonces no había visto. Me hizo saber que no todo estaba perdido, cuando lo creí así. Y me dio lo único que necesitaba en su momento: protección. Lo amé. De verdad. Y él a mí. De eso no me cabe la menor duda.

Pero - ¡oh sorpresa!- se acabó. Antes de lo que yo hubiera querido. Y hasta el día de hoy no me queda claro el porqué. Mi teoría principal es que lo aburrí. ¿Qué se hace? Llorar un par de meses, aprender a vivir sola otra vez. Y para mi desgracia, descubrir que el segundo seguía ahí, y ahora era el cuarto. Como un poltergeist, burlón, y a la espera de otra oportunidad para hacerme daño. Aunque, llámenme ingenua si quieren, sigo creyendo que nunca se enteró.

El quinto, que sigue siendo el segundo, fue como dirían en la tierra de tres de mis abuelos: un hijodeputa. Infeliz oportunista. Que se aprovechó de mi recién adquirida libertad de pensamiento. Que usó la única parte linda de nuestro pasado –porque la hubo- para hacerme creer que ya no había peligro. No me quiero martirizar tampoco, estoy consiente que somos dueños de nuestras decisiones. Pero en mi defensa quiero decir que nunca creí posible tamaña trasformación en un ser humano.

Él usó el tiempo que yo gasté en volverme una mujer, en volverse un patán que nada tenía que ver con el muchacho que se hizo mi mejor amigo en esa época feliz de zapatos de goma y tardes de ocio. Terminó de gastar los pocos cartuchos que le quedaban a nuestra mal llamada amistad y luego cometió el único error que no perdono: la deslealtad. En proporciones exacerbadas. Sin contar la indiferencia. Sin contar que es el único que me ha hecho sentir que se me escapa la dignidad de las manos. Me llevó al punto del desprecio. Creo que es la única persona a la que he odiado en mi vida ¿Sin enterarse? Pues no, hasta ahí no llega mi ingenuidad.

El sexto – que en realidad es el tercero y el último- ni siquiera sabe que lo es. Yo a veces no estoy segura de que lo sea. Pero me gusta creer que sí. En parte porque sería ideal, y en parte porque quiero hacer mi historia más larga. Sigue sin demostrar mayores fallas, y eso es lo que me jode la vida. Yo sé que debe tener miles, pero no me permite conocerlas así que mi ignorancia le ayuda. Quisiera hablar más de él. Pero el miedo no me deja. Soy tan exasperantemente básica en su presencia, pobrecito, no tiene la culpa.

¿Sólo ha habido cuatro hombres en esta historia que me inventé? La respuesta corta es sí.

La respuesta larga es que todos los demás –unos seis según la cuenta más reciente, calculada en una noche divertidísima- son extras. Algunos con diálogos, y un par de escenas muy de cine independiente. Otros tan fugaces como el chico que entrega las pizzas y dice: “Son 35 con 50”

Hay apariciones especiales del chico popular de la secundaria, el romántico empedernido, el borroso sin nombre, y hasta invitados internacionales.

Ya no espero al quinto… ¿séptimo?... ¿undécimo?... no sé, hasta yo me perdí.

Pero sigo tropezándome con esa malnacida cita estos últimos días. Debo haberla leído al menos unas tres veces esta semana:

¿Cuándo dejamos de amar? Cuando nos enamoramos de nuevo.

13.8.08

Reunión Blogger

Y sí, señores. Finalmente. Luego de varios intentos fallidos. Tuve mi primer encuentro con panas bloggers. Conocidos por esta via. Gente que nunca antes había visto live! from NY!.

Nina y yo decidimos poner fin a nuestra amistad exclusivamente cibernética e hicimos una "cita" para encontrarnos en uno de los lugares más concurridos de la ciudad. Como plus de la noche -y para el que no crea en casualidades- justo frente a nosotras pasó, de la nada, sin previo aviso, Víctor. Y así fuimos tres blogueros panas, en una noche con Black Magic Sound.

Sólo quería dejar por escrito que ambos son incluso más divertidos / musicólogos (respectivamente) en vivo que vía interné. Y que la pasé del carajo, en un sitio reventado de gente, que nos puso todas las trabas habidas y por haber para entrar y hasta para conseguir el preciado líquido: léase ron.
¿Quien lo diría? A mis años y soportando el escrutinio de un recién bañado con semi-cuota de poder en la puerta de un local. Supongo que nos lo aguantamos por la buena compañía.


Uno nunca se imagina que esas letras que leemos a través de un monitor en el resguardo de nuestras casas y/u hogares, se corporizarán en una simpática muchachita, muy flaca, muy divertida, que te deja en la puerta de tu casa un martes a las 4 de la mañana.

Salú por eso! carajo!

Frases Célebres XI

Por primera vez en la historia de este blog, se repite el autor de frases célebres consecutivamente. Se lo merece:

"Es que Paulo Cohelo es tan... es tan... es tan... Ricardo Arjona!!"

Pebbles.-



plop! XD

digan si no es la mejor analogía de la historia?

9.8.08

Mi árbol genealógico


Es cierto que en estas latitudes estamos cansados de oir el eterno cuento que nos acredita como el país de las mujeres más bellas, y que todos sabemos que esa historia sólo le sirve de algo a Osmel Sousa y su imperio de mujeres operadas y casi siempre desubicadas.

Pero también es cierto que a todas las que aquí vivimos nos gusta un poquito, muy en el fondo, llevar la insignia que nos acredita como orgullosas ciudadanas del país de las mujeres bellas. Argentina tiene top models, Colombia tiene mujeres elegantísimas haciendo programas de variedades y telenovelas mucho mejores que las nuestras, pero a nosotras nos basta con decir que tenemos record Guiness en ganadoras del Miss Universo, y ya. Asunto cerrado.

Si me preguntan a mi, la clave está en que los genes que se mezclaron en esta orilla del Mar Caribe tuvieron la suerte de la lotería genética. Además, 400 años más tarde se vino la segunda mezcla importante, con todos los emigrantes que llegaron en barco a construirnos el país que queríamos pero que nos había dado flojera empezar.

No estoy diciendo que todo el mundo sea bello por estos lares, nada más alejado de la realidad, bastante gente fea que se ve todos los días. Pero en líneas generales, salir a la calle te garantiza al menos un par de vistazos -cómo mínimo- a un hermoso rostro y/o cuerpo que cruza la avenida.
Capaz estoy pecando de etnocentrista, pero me parece que somos lindos pues.

Yo puedo identificar ciertos gentilicios, "tiene cara de peruano", "de colombiano", "de argentino" (estos últimos por la pinta hippie, el pelo largo, y los rasgos italianos)... pero venezolanos, tengo que oirlos. Somos como neutros, al menos según yo.

Ahora bien, el post de hoy busca ser una especie de descripción desde mis raíces. Hoy quiero contarles cómo es que si retrataran a mis familias en una gran foto, parecería que somos una reunión de las Naciones Unidas. Eso me encanta.

Empezemos por el comienzo. Voy.

Abuela materna: una andina medio rechoncha. De ojos verdes y piel blanca. Con unos senos enormes de mamá lechera, y un carácter jodido hasta la pared de enfrente. No la conocí, pero entiendo que no llegaba al metro con sesenta centímetros.

Abuelo materno: indio tostado. No muy alto tampoco. De ojos medio achinados, y el cabello liso, como buen indio. Ojos oscuros, tristes. Bonachón y parrandero. Mujeriego. Su madre era india caribe (creo) y su padre un negro rajado de cabellos "chicharrón", como diríamos por acá.

Abuela paterna: una negrita de 1,50. Con el culo más grande que una batea, pero plana en el pecho. Me gusta describirla como un bachaquito, hacendoso, del campo. Nunca para de hacer cosas, tiene el cabello oscuro y rizado, ahora pintado de mechones grises. Andina también, pero del llano y no de la montaña.

Abuelo paterno: un galán en sus años mozos. Altísimo, de tez blanca como el pan de leche. El cabello lacio y muy oscuro. Cara de andinito buena gente. Ya no recuerdo su carácter porque no es el mismo desde hace muchos años. Fue un hombre fuerte, del campo también. Todo un He-man, pero no rubio.

Madre: hermosa. De razgos finos, pero negrita. El cabello más negro que puedan imaginar. Muy liso y muy largo casi siempre. Plana de pecho también, pero se lo retribuyeron de la cintura para abajo. A los 20 años era la Bo Derek negra (no es paja). Nunca ha pesado más de 65 kilos, eso me alegra geneticamente.

Padre: de baja estatura, medio indio también. Tiene cabello de cepillo, lacio pero tieso (jejeje). Ojos color miel, pero tristes también.

Tengo tres hermanos. Una blanca de ojos miel como mi padre, y otra trigueña de ojos verdes como su abuela, con una melena castaña que soñarían las cuñas de shampoo. El otro es un nene hermoso, como pan de leche también, de ojos rayados y cabello casi rubio, con cara de andinito. Todos tienen padre o madre diferente a mi. De ahí se explica el complejo de familia Jolie-Pitt que me rodea.

De todo eso salgo yo. Negra (aunque recientes encuentros con nativos europeos me aclararon que soy "mulata"). De pelo "liso" y negro azabache (que suelen confundir con tinte los peluqueros envidiosos). Ojos marrones que con el sol y la felicidad se aclaran un poco. 164 cms., y medidas tipo 70-70-90 (al menos acerté en una de las de las misses :S)

¿Y saben qué? Me encanta mi mestizaje. Me encanta saberme inetiquetable (salvo por los que quieran etiquetarme de sudaca o latina, que estarán en todo su derecho).

¿Quien dice que no podemos ser nacionalistas de vez en cuando?

8.8.08

Escuchado en la sobremesa

No sé como sea en otros sitios de trabajo, pero en el mio -y es una de las cosas que más valoro- la gente siempre tiene algo interesante, gracioso y/o curioso que decir en la sobremesa.

Rescato dos perlas de hoy, porque justo antes de hablar de esto hablábamos de las ventajas de las redes sociales (y sus desventajas dramáticas en un país que creció viendo telenovelas, también).

Cuenta Salva.-
Mi abuela contaba siempre que había una niña margariteña a la que le regalaron una muñeca muy linda una vez. Cierto día a alguien se le ocurrió preguntarle cómo la había bautizado:

metiche no identificado: ¿Y cómo le pusiste? ¿Carolina? ¿Petrica?
nena margariteña con potencial de maracucha: No, ya ella tiene nombre, lo trajo por acá...
metiche no identificado: ¿Cómo?
nena margariteña con potencial de maracucha: aquí... se llama Madein Japan

Cuenta Lucy.-
Una amiga periodista entrevistó una vez a una señora:

amiga periodista: ¿Me dice cuál es su nombre, por favor?
Doña marca registrada: Yo me llamo Perseveranda... pero me puedes decir Persi, como todo el mundo. ¿Sabes? Persi, como "persi-cola"

7.8.08

No soy voyerista


Basta ya. Tengo que sacar esto de mi sistema.

Sé que probablemente tengo cola que me pisen, pero si en algún momento he sido tan molesta cómo esta gente sobre la cual pienso hablar, por favor ayúdenme a ser mejor. Hablen. Digan. Cachetéenme -raro, nunca había escrito esa palabra-.



¿Por qué la gente decide dar detalles minuciosos de su vida por messenger?



Yo no tengo problema con que expliquen su ánimo:



José (h) - enratonao'

Rosa - tengo sueñito



Eso está bien, nada que comentar. Por mi parte, yo suelo copiar frases de canciones. Capaz a alguien le parece tonto y por eso digo que tengo cola que me pisen. A mi favor debo decir que son frases cortas, y tienen sólo un iconito de nota musical (8) al final.



Pero hay una gente - ¡Cristo bendito qué gente!- que no puede VIVIR sin que todos sus contactos de messenger nos enteremos de los detalles más insignificantes o del eterno amor que profesan hacia el hombre / mujer de su vida. Voy con la gente que no soporto:



Raulito (B) mami te quiero te amo eres mi todo sin ti no brilla el sol cada mañana ni cantan los pajaritos - eres mi bb y te amo felis mesesario de la primera ves ke nos comimos un helado ke fue hase 4 meses



(L) Marta (L) Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer - hoy me voy a maturín a ver a mis abuelos y pasado mañana me voy a Guacarapo a bañarme con mi traje de baño nuevo de florecitas



¿Es esto realmente necesario? Si lo sueltas todo en el nick, la gente con la que hablas -si es que la hay- no va a tener nada que preguntarte, ¡ya se lo dijiste todo!



Vender cosas a través del nick no me parece mal, pero conozco gente que odia eso también. Es natural que cada uno tenga sus preferencias respecto a esto, pero TODOS deberíamos coincidir en un par de cosas:



1.- Si el nick no cabe en la ventana de inicio del Messenger, está mal

2.- Si gracias al nick te enteras que uno de tus contactos tuvo sexo la noche pasada, está muy mal.



¿A quién le importa tu vida sexual excepto a ti y a tu pareja?



Si los dos únicos interesados en el tema ya saben lo que pasó, ¿por qué sientes la necesidad de que lo sepamos los 233 contactos de tu lista? Capaz no lo recuerdas, pero en esa lista están tus tías de Miami, la profesora de 4to semestre que agregó a todos sus alumnos y tus ex compañeros de trabajo. Créeme, ellos no quieren saber.



Ya que estamos, aprovecho para decir que la imagen de display debe incluir como máximo a 3 personas, 4 si exageramos. No tiene ningún sentido poner una foto donde aparezcan tus 18 primos y dos abuelas en la navidad pasada. NO SE VE NADA. Cámbiala por amor a Dios.



Entiendo que algunos de ustedes quieran eliminarme del messenger después de esto. Es más, me pregunto que tipo de masoquismo es el que me ha impedido eliminar a algunos contactos.



Debe ser que el chisme siempre pesa más. Si no me entero ¿luego cómo lo comento en el café de la tarde?



Por favor, por favor, por favor, ayúdate amigo (a) del messenger. Respeta a los tuyos. No nos cuentes tu vida sexual a los que no queremos saberla.

5.8.08

Es cribir. Ser cribir


Yo quiero escribir. Pero en serio, quiero escribir.

Por alguna extraña razón no he parado de leer desde que tenía 5 años. Esa extraña razón se convirtió en el motor de mi vida y fue lo único que me sirvió de guía cuando tuve que decidir algo de verdad por primera vez.

Para los que amamos leer, escribir puede convertirse en un anhelo secreto o una utopía frustrante. Es cómo la obvia degeneración, el único paso lógico a seguir. Pero no todo el mundo puede.

Yo tecleo letras sin parar en este instante, pero estoy lejos de escribir. Es curioso, lo único que ha disparado mi "inspiración" -en mucho tiempo- ha sido justamente la personificación de la desinspiración. Y pido perdón por la palabra inventada. Eso también nos pasa a los que no escribimos, terminamos inventando algo que explique de alguna forma lo que está dando vueltas en la cabeza. Pero quien sabe escribir no lo inventa, simplemente consigue la palabra adecuada.

Este impulso proviene de la lectura prolongada que acabo de hacer, luego de encontrar a un autor de esos que dice las cosas de la manera adecuada que yo no logro. Y sé que saldrá quién diga que no hay una manera adecuada. Pero yo me entiendo.

Una vez un buen amigo, que no sabe que fue la chispa incendiaria de este blog, terminó convenciéndome sin querer de abrir este espacio. Me dijo -con su honestidad genial y brutal de siempre- que me dejara de estupideces. Yo trataba de hacerle entender que no escribía porque nunca iba a ser una milésima parte de la gente que me gusta leer. Él me decía que si a Cortázar le hubieran preguntado su opinión sobre sí mismo como autor, lo más probable es que hubiera dicho que todo lo que había escrito era una soberana mierda.

Pero yo no me lo creo, esa gente genial tiene que saber que lo es. Por mucha humildad que se tenga, la reacción de la gente a su alrededor debe hacérselos saber. Puede que yo tenga algunos buenos amigos que me quieren y me hacen saber que no perdí cinco años de universidad. Sé juntar letras coordinadamente, la ortografía me acompaña casi siempre, y tengo sentido del humor. Hasta ahí estamos bien. Hasta ahí.

Pero el que escribe de verdad será siempre ése que no puede vivir un día sin hacerlo. Es ése que me hace llorar con dos adjetivos magistrales. El que logra una escena que rueda en la sala de cine que queda detrás de los párpados del lector. El que logra respirar sólo cuando no quedan hojas blancas para llenar.

¿Notan que sólo escribo sobre mi? Sé que en la justificación de este blog está explicado el porqué. Y ése es mi punto. Sólo sé de mi. Y ni siquiera en eso estoy clara. Me gustaría poder inventarme un mundo nuevo. Uno que exista en mi CPU, en algún servidor de los miles del cyber universo, en la biblioteca de alguna veinteañera que ama leer y no puede escribir

A mi los escritores de verdad me quitan el habla. Me cortan la respiración. Me erizan la piel. Me sacan una carcajada incoherente para la gente que me rodea en el metro. Me arrugan el entrecejo. Me hacen gritar de rabia con un gesto seco que cierra de golpe el libro que descansaba tranquilo entre mis manos o sobre mi regazo.

Yo necesito un amor no correspondido o una aventura de verano -ahora en Caracas nos dió por tener una cosa llamada verano en agosto, como si estuviéramos en otras coordenadas- para contar un par de cosas entre líneas que hacen sonreír a mis amigos. Y capaz le generan alguna suspicacia a los desconocidos que caen por acá. Eso es todo.

Una vez más, la inconformidad me ha traído acá a contarles mis penas. A escribirles mis penas. Pero sin escribir.

Sé que no todos pueden lograr una Rayuela, unos Cien Años de Soledad, un Retrato de Dorian Gray, una Oficina Número Uno, o un Desayuno en Tiffany. ¿Pero es tan malo querer?

La inconformidad es un mal de la raza boba y perezosa a la que pertenezco. Lo sé porque si yo fuera ustedes me estaría diciendo "¿y por qué no mandas todo a la mierda y te pones a escribir?".

La respuesta es sencilla. Me da miedo. Soy una cobarde.

4.8.08

Yo tampoco le temo a los rayos



Definitivamente, hay que dar segundas oportunidades algunas veces.


La banda sobre la que posteo hoy estuvo invitada estos días por nuestra querida sultana del Ávila, con motivo del Festival Nuevas Bandas. La primera vez que los oí no me pareció mayor cosa, pero tuve oportunidad de escucharlos por segunda vez en Moulin Rouge, con menos gente y mejor sonido, y terminaron gustándome más.


Ojo, también puede ser que conocí a uno de los chicos y resultó ser bastante agradable. Pero insisto en que me gusta burda lo que hace esta gente de Sevilla -musicalmente hablando-.


Les dejo por acá una cancioncita que conseguí en su myspace: www.myspace.com/ponybravo


Sí, se llaman Pony Bravo y supuestamente hacen rock melodramático. Sólo Dios sabrá que es eso. Yo sólo sé que los platillos se oyen del carajo, y cualquier tipo de acento me termina resultando irresistible (salvo el chileno y el peruano, perdón)



PS: abstenerse comentarios graciositos que no tengan que ver con la música de los panas. Los que saben, saben... los que no, no tienen porqué.


Beso*

3.8.08

Excesos


Bien lo dicen las abuelas: "nada es bueno en exceso".

¿Será que entonces puedo echarle la culpa de mis barbaridades al hecho de tener a las abuelas a cientos de kilómetros de distancia?

¿Será que con mayor presencia de ellas en mi vida yo entendería cuando es el momento de parar?

No lo sabremos nunca. Pero lo que sí sabemos es que últimamente bebo y fumo como si no hubiera mañana. Termino en avanzados estados de ebriedad casi todos los fines de semana. Y ya batí mi propio record bebiendo durante 5 días consecutivos.

Esto no es una gracia, no estoy haciendo el papel de pedroso orgulloso que se ufana de beberrrrrrr hasta morirrrrrrrrrrr. Es sólo mi simple realidad y estas letras nacen como todas mis letras, para desahogo y exhibicionismo (o es que acaso no somos exhibicionistas todos los bloggers?)

Sabes que está saliendo demasiado cuando el portero hace un gesto de reconocimiento al verte, y el de la barra ya te saluda aunque no te sepas su nombre. Cuando ya tienes un "pana" taxista, que contesta tus llamados con total normalidad a las 4 am, te saluda con tu nombre y te pregunta "te busco donde siempre, no?"

Ahora bien, mis problemas no se limitan a la posible cirrosis y/o cáncer. Ahora se suma otro más: la bancarrota.

Debería terminar de entender que mi salario de recién graduada no me permite este tipo de excesos, pero no. De una u otra manera siempre logro llegar a fin de mes viva, y supongo que hasta que no me vea en una necesidad grave no terminaré de entender que "una salidita" SIEMPRE significa gastar.

Anoche fue el acabóse. No me sentí mal cuando abrí los ojos esta mañana y el dolor de cabeza me recibió con los buenos días. Tampoco cuando me di cuenta que mi cabello tenía un intenso aroma a cenicero. Mucho menos cuando al empezar las actividades del día, noté mi pulso tembloroso .
La resaca del día de hoy no me afecta la cabeza ni el estómago, sino el bolsillo.

Revisé mis bolsillos y la cartera que llevaba anoche y no podía aceptar que eso era todo mi dinero. ¡Tiene que faltar un billete de 50! ¡Me robaron! ¡Se me perdió la plata!

Pues no, mija. Saca cuentas de todo lo que bebiste, de todos los lugares que visitaste, de la hora a la que decidiste volver. Te gastaste TODA esa plata. Tú solita. Nadie te robó. ¡Viciosa de mierda!







No obstante, debo decir: coño, ¡que bien lo pasé anoche!

1.8.08

Certezas extendidas


Los amigos son la familia que uno escoge

y yo tengo la mejor familia del mundo, sin paja!


******************
Sé que mis posts sobre certezas suelen ser de una frase, pero quiero extenderme en éste.

Necesito agradecer al universo porque tengo los mejores amigos que hubiera soñado jamás. Porque los acabo de contar y me sobran tres dedos de las manos, y soy feliz porque con todo y eso siguen siendo muchos más de los que la mayoría de la gente puede contar.

No quiero engañar a nadie diciendo que son perfectos, tienen miles de defectos pero no importa.

Los amo por ser leales.
Los amo por ser inteligentes. Divertidos. Hermosos (de verdad, algo pasa en estas tierras que la gente sale linda).
Los amo por hacerme sentir especial, por que entienden que no soy ni de lejos la mejor persona del mundo pero igual me demuestran todo el amor que necesito recibir.

Tengo una teoría desde hace un tiempo, acerca de la manera en que la vida decidió compensarme la falta de amor de pareja con muchos amigos maravillosos. Esta teoría se me olvida la mayor parte del tiempo, porque necesito una relación, y porque me deprime pensar que nunca la voy a conseguir. Pero en días como hoy, siento que me estorbaría un novio.

Tengo una hermana / alma gemela, pero un poco depresiva e inconforme.
Tengo un marido / media naranja, pero amargado y malhumorado.

Tengo una genial, hermosa, ocurrente, divertida; pero egoista y egocentrica.
Tengo un angel de la guarda, pero necesita liberarse un poco de sus ataduras.
Tengo un loco carismático, pero pronto va a tener que madurar por la fuerza.
Tengo una adorable drogadicta, divertida como ella sola, pero malcriada hasta lo insoportable
Tengo un sol, único, regalo del destino, especial hasta lo indescriptible; pero algo prepotente y maniático.


En todos hay algo de mi.
Y ya no podría ser, sin algo de cada uno de ellos.