31.10.11

Señores pasajeros, este vuelo saldrá según lo previsto

Pronto se cumplen los primeros siete meses de mi estadía en este extremo del continente. Acabo de hacer la cuenta unas tres veces porque sinceramente a mi me parece que es mucho más.

El plan va saliendo según lo previsto, y creo que imaginan la tranquilidad que me produce poder sentarme frente a esta máquina y tipear esa frase, sintiendo que las cosas están en el punto en el que calculé que debían estar.

Cuando uno hace planes sólo puede acercarse a lo que quiere que suceda, orientarse más o menos hacia el destino que le parece que podría funcionar y luego lanzarse de cabeza cruzando los dedos para que el universo no se atraviese demasiado entre nosotros y eso que (creemos que) queremos.

Yo sabía que quería salir de Caracas. Sabía que quería vivir las cuatro estaciones. Sabía que la mejor excusa era estudiar un posgrado que me gustara, y sabía que Buenos Aires me había conquistado en nueve días en mis últimas vacaciones.

Lo que no sabía era que iba a conseguir un departamento en el barrio adecuado, que iba a poder caminar a la universidad desde casa y que el dinero ahorrado iba a alcanzar. Tampoco sabía que mi sentido común (y el de la orientación) me iba a dejar moverme en una ciudad sin Ávila con tanta comodidad.

Ni siquiera soñé que la vida se iba a alinear para que varios buenos amigos coincidieran conmigo en el mismo punto del mapamundi para hacerme sentir desde el día uno como en casa.

Y, finalmente, ni en mis días más optimistas imaginé que llegado el momento de buscar trabajo, esta ciudad tendría para ofrecerme una opción casi idéntica a la que yo estaba buscando.

Verán, cuando la gente me atacaba a preguntas sobre el futuro hace siete meses yo sólo podía responder "no sé, quiero pasarme unos meses en paz, y luego buscar algo para hacer que no tenga nada que ver con lo que hago ahora... quizá trabajar en un bar, quizá en una librería chiquita como las que vi en San Telmo cuando fui, eso suena como un buen plan para empezar".

Para los optimistas que creen en la filosofía de "El Secreto" y todas esas cosas, mis respetos. No sé cómo lo hice, pero de puro quererlo logré que un señor que escribía cuentos desde el otro lado del charco se sentara un día con sus amigos y decidiera abrir un bar literario en San Telmo, también que llamaran a los interesados en participar a presentarse para entrevistas por internet, y finalmente que me contrataran como moza del lugar. Todo, dentro de los tiempos que yo misma había calculado. Comencé a trabajar el jueves, exactamente a los seis meses y diecisiete días de mi llegada a Buenos Aires.

El bar, por si todavía no se lo imaginan, se llama Orsai y es parte del proyecto que incluye a ESTE blog que les estoy recomendado desde hace años, y ESTA revista literaria que se empezó a vender en enero de este año y que ya lleva cuatro ediciones (una mejor que la otra).

En esta página de Facebook pueden ir a chusmear fotos del bar y los comentarios de los primeros cuatro días de inauguración. En Orsai, como siempre, podrán ir leyendo sobre el avance de la revista y sus próximos números, y todo lo que el gordo decida contar. (Sí, "el gordo", porque ahora tenemos confianza y todo eso, ustedes saben, somos compañeros de trabajo).

Y aqui podrán leer, desde hoy y quien sabe hasta cuando (y quien sabe con qué periodicidad) lo que una de las mozas (o sea, yo) puede contarles. Nunca tan bonito como lo que escribe Casciari, claro está, pero quizá más entretenido. Todo el mundo sabe que lo mejor de la fiesta siempre pasa en la cocina ¿ o no?.


9 comentarios:

Charal dijo...

=)
¡Awesome!

Antonieta H. dijo...

Que increíble, de contarlo y no creerlo, felicidades, los que leemos y sabemos tu amor por Orsai nos alegramos burda al leer este post.

Ora dijo...

¡Felicitaciones! Es una maravilla todo. ¡Salud!

Unknown dijo...

¿Este es el bar que queda en Independencia 572? Ahí fui de milongas, pero no había leído este post. De saberlo, hubiera saludado a otra venezolana en el sur (yo solo andaba de vacaciones) :)

Un abrazo.
MaR.-

Anónimo dijo...

Viste? Buenos Aires se va convirtiendo poco a poco en TU LUGAR, como te dije aquella vez!

Israel dijo...

"pero de puro quererlo" me quedo con esa frase, ;) que bueno que todo se acomode para hacerte feliz...exitos.!

Anónimo dijo...

Mami,tu te fuiste de Venezuela a trabajar de mesera en un bar? WTF???
En Venezuela ni pensarias en trabajar de mesera.
Cuando sera el día en que alguien que se vaya de Venezuela, no hable mal de su pais una vez que esté lejos y desempeñe un rol que deje huellas en el extranjero???

Nobody Here dijo...

Vives exactamente la vida que yo quisiera vivir tan pronto como termine mi carrera. Con todo y todos contra mi, lo haré.

Botella de besos y caja rebosante de abrazos.

Doucky dijo...

Tenia casi un año sin leerte, yo también emigré, y no sabes mi cara cuando lei este articulo!! No puedo creer el nombre del bar! Parece un sueño! Q sigan los éxitos!!