21.3.12

Una pelotuda importante

Creo firmemente que a la gente no le gusta el artista feliz. Quizá se deba a mi escepticismo con tendencias fatalistas, o tal vez tenga que ver con mi absoluta incapacidad para escuchar música de Diego Torres o para leer a Coehlo.

Desde que publico en este blog, y desde que leo muchos otros, noto como los comentarios vienen en avalancha cuando se habla de desamor, de rabia, de tristeza o de decepción, como si fuera mucho más fácil conectarse con la bronca o intentar un consuelo inútil con unos pocos caracteres.

No puedo recordar ningún blog que se haya hecho popular - escribiendo relatos personales- que haga foco en la vida feliz en pareja, o en la dicha de ser soltero, o sobre lo bonito que es despertarse cada mañana para sentir el calor de un nuevo día.

El punch siempre está en la anécdota tragicómica, en la catarsis pendenciera o en el desahogo casi suicida. Póngase a ver, ¿acaso no los atrapa más un texto violento? ¿uno donde se mande a la mierda a alguien? ¿uno donde haya mucha puteada bien administrada?. A mi sí, y capaz es mi problema.

Pero es por eso que hasta hoy me he contenido de escribir sobre lo feliz que me estoy despertando a la mañana o lo bonito que suena el mundo justo después de escuchar su voz.

Después de años de sacarle provecho literario - según yo- a mi eterna soltería, no me hayo contándoles que cuando me detengo frente a mi reflejo en algún espejo tengo una cara de pelotuda importante, y casi casi puedo ver mis pupilas en forma de corazones.

¿Notaron que escribí pelotuda?, también por eso me estoy guardando, es que tengo miedo que mis lectores (?) de siempre caigan en cuenta de que me rendí a la jerga de estas latitudes, principalmente para que él pueda entenderme mejor. Aunque le encanten mis venezolanadas que casi nunca entiende.

Releo algunos textos de antaño, y noto como la prosa me salía más bonita - según yo- cada vez que me rompían el corazón. Ustedes no tienen por qué saberlo, pero cada uno de esos textos desgarrados que publiqué intentando sanarme alguna herida tiene nombre y apellido, nombre de hombre que no me dio bola o al que no quise darle bola yo.

Desde hace un tiempo sólo se me ocurre contarles que encontré alguien que me mira como si no existiera nadie más, que se enfrenta a mi melena fuera de control por las mañanas y todavía es capaz de decir que cuando me despierto me veo hermosa. Imagínense, YO escribiendo bajo la cursi e insoportable influencia del enamoramiento. Díganme si no es casi una afrenta.

Sigo sin poder escuchar a Diego Torres cantando pavadas, pero ahora hay una minúscula parte de mi, una que oculto y mantengo bajo llave, que le cree sin remedio cuando nos manda a pintarnos la cara color esperanza.

Ya sé que es terrible esto que les cuento, y les prometo evitar a toda costa seguir escuchando semejantes cursiladas. Pero una cosa sí les digo: es 2012, chicos, y esta debe ser sólo otra señal del apocalipsis.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Como lector asiduo de este blog (aunque no comente) quizás leía con mayor atención y analisis tus anteriores prosas, pero como tu mejor amigo, me calma y me llena de una enorme felicidad saber que experimientas todo esto que por tanto tiempo te fué ajeno (analizando). Te diría que tuvieras cuidado, que pelo a pelo, que la cosa esta comenzando, pero NO. Vivelo intensamente!! Basta de Adele marica!! te mereces sonrisas, besos en parque, sexo en sitios públicos entre carcajadas de ambos. Se egoista!! te toca serlo!! tienes que serlo!! restrieganos a todos lo feliz que eres no joda!! Yo como tu amigo, soy feliz cuando tu lo eres. Ahora lo somos. Besos. (llore un poquito, es que estoy enfermo de gripe)

Mene.

Chemi dijo...

Así mismo es, usualmente las mujeres se destacan en los post de dramas, y luego otras comentan por que se identifican.

Chevere que estés pasando todo este amor, que dure y crezca!

Lo que podrías es contar que hacen, igual, cuento es cuento!

Chemi dijo...

ojo!

cuentos para todo público!

Unknown dijo...

Me alegro mucho por ti, tienes razón en es del drama, una se la vive instalada en el pasando por alto muchas otras cosas, que te digo, yo estoy en el lado opuesto que tu justo ahora, pero con mucho optimismo, pero con todo y que estoy en mi etapa de voy a ser feliz, tampoco soporto a Diego Torres ni mucho menos los libros de Paulo Cohelo. Saludos

Anónimo dijo...

Negra, llegué hace como 4 horas, pero un amigo vino a visitarme y dejé esto abierto, sin leer. Ahora que volví a sentarme acá, busqué el post de hace casi un año que quería releer ("Mi corazón 2.0") porque hoy voy a escribir sobre lo mismo, y luego leí este post.

Quiero que sepas que yo sí me alegro mucho al saber que estás feliz y espero leer más posts felices, todos los que quieras.