7.1.09

La del espejo


Ella corrió y corrió hasta el límite de sus fuerzas, hasta que dejó de sentir las piernas y creyó que los pulmones le iban a renunciar. Corrió sin parar hasta gastar las suelas de sus zapatos.


Cuando finalmente llegó a su destino, se detuvo frente a un espejo y del otro lado la esperaba su propio reflejo. Pero la del espejo tenía los zapatos nuevos, así que sólo se le ocurrió gritarle para que empezara a correr también.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ok...
Me encanto! :)

Victor Marin Viloria dijo...

genial!

Anónimo dijo...

Es como un relevo onírico en el subdesarrollo.