3.8.08

Excesos


Bien lo dicen las abuelas: "nada es bueno en exceso".

¿Será que entonces puedo echarle la culpa de mis barbaridades al hecho de tener a las abuelas a cientos de kilómetros de distancia?

¿Será que con mayor presencia de ellas en mi vida yo entendería cuando es el momento de parar?

No lo sabremos nunca. Pero lo que sí sabemos es que últimamente bebo y fumo como si no hubiera mañana. Termino en avanzados estados de ebriedad casi todos los fines de semana. Y ya batí mi propio record bebiendo durante 5 días consecutivos.

Esto no es una gracia, no estoy haciendo el papel de pedroso orgulloso que se ufana de beberrrrrrr hasta morirrrrrrrrrrr. Es sólo mi simple realidad y estas letras nacen como todas mis letras, para desahogo y exhibicionismo (o es que acaso no somos exhibicionistas todos los bloggers?)

Sabes que está saliendo demasiado cuando el portero hace un gesto de reconocimiento al verte, y el de la barra ya te saluda aunque no te sepas su nombre. Cuando ya tienes un "pana" taxista, que contesta tus llamados con total normalidad a las 4 am, te saluda con tu nombre y te pregunta "te busco donde siempre, no?"

Ahora bien, mis problemas no se limitan a la posible cirrosis y/o cáncer. Ahora se suma otro más: la bancarrota.

Debería terminar de entender que mi salario de recién graduada no me permite este tipo de excesos, pero no. De una u otra manera siempre logro llegar a fin de mes viva, y supongo que hasta que no me vea en una necesidad grave no terminaré de entender que "una salidita" SIEMPRE significa gastar.

Anoche fue el acabóse. No me sentí mal cuando abrí los ojos esta mañana y el dolor de cabeza me recibió con los buenos días. Tampoco cuando me di cuenta que mi cabello tenía un intenso aroma a cenicero. Mucho menos cuando al empezar las actividades del día, noté mi pulso tembloroso .
La resaca del día de hoy no me afecta la cabeza ni el estómago, sino el bolsillo.

Revisé mis bolsillos y la cartera que llevaba anoche y no podía aceptar que eso era todo mi dinero. ¡Tiene que faltar un billete de 50! ¡Me robaron! ¡Se me perdió la plata!

Pues no, mija. Saca cuentas de todo lo que bebiste, de todos los lugares que visitaste, de la hora a la que decidiste volver. Te gastaste TODA esa plata. Tú solita. Nadie te robó. ¡Viciosa de mierda!







No obstante, debo decir: coño, ¡que bien lo pasé anoche!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi negra mala junta:

Ve mijitica? ese es el ratón moral al que me refiero.

Ahora bien, que hago yo de compañera de esta farmacia de turno, cuando solo soy una recien graduada (sin el salario)???
R: Coño es que es divetidisimo...

Negra mala junta... todo esto es tu culpa!!!

Te amo (eres la mejor para esas noches de excesos)

el whittie dijo...

JAJAJAJAJA VAS A SEGURI ACABANDO LOS TRAPOS ASÍ MIJITICA??? ya es hora de que madureees jajaja aunque si te soy sincero, la crisis de los 30 me está haciendo mal... quizás un fin de este acabe los trapos contigo jajajaja

el whittie dijo...

JAJAJAJAJA VAS A SEGURI ACABANDO LOS TRAPOS ASÍ MIJITICA??? ya es hora de que madureees jajaja aunque si te soy sincero, la crisis de los 30 me está haciendo mal... quizás un fin de este acabe los trapos contigo jajajaja

el whittie dijo...

JAJAJAJAJA VAS A SEGURI ACABANDO LOS TRAPOS ASÍ MIJITICA??? ya es hora de que madureees jajaja aunque si te soy sincero, la crisis de los 30 me está haciendo mal... quizás un fin de este acabe los trapos contigo jajajaja

Victor Marin Viloria dijo...

Jajaja excelente!! Sobre todo lo que pones del portero y lo del taxista!! Esa vaina es la verdad absoluta jejej

A mí también lo que más me duele es el ratón económico porque hay que ver que caerse a tragos por ahí se está poniendo carísimo!!

un abrazo enratonao